El marplatense se 13 años lucha frente a una grave enfermedad y en nueve meses tuvo un progreso inesperado. Tras recibir los resultado de los últimos estudios, sus amigos y familiares le dieron una sorpresa.
Franco Bengoa es un joven marplatense que lucha contra una grave enfermedad y está cerca de ganarle. Hace nueve meses se le detectó un quiste en el pie izquierdo y el diagnóstico determinó que se trataba de un rabdomiosarcoma maligno.
Luego de varios meses de tratamiento, 9 internaciones y una fuerza de voluntad a toda prueba, Franco y su familia viajaron a un ateneo médico en el Hospital Garrahan. Esperaban los resultados de los últimos estudios con la certeza de que una operación era inevitable. Pero recibieron una noticia que los sorprendió: no hay ninguna celula para atacar. Es decir, Franco está prácticamente curado, aunque deberá afrontar un nuevo tratamiento de quimioterapia de manera preventiva. “Es un milagro“, explican en su entorno familiar.
El resultado de los análisis no fue la única sorpresa para Franco. Hoy a la tarde, cuando llegó con su familia a Mar del Plata, sus amigos y familiares le dieron una bienvenida inolvidable.
Un pasacalles enfrente de su casa con el mensaje “Fran, estamos orgullosos de vos, y te seguimos acompañando”, tu familia y amigos”, anunciaba el recibimiento. Hubo murga y candombe, y Franco se sumó al baile. Sobraban sonrisas y muecas de felicidad. Estaban los amigos del colegio Don Orione y los del equipo de básquet de Kimberley. Los que estuvieron siempre y los que ya le habían dado una sorpresa el día de su cumpleaños. En ese entonces, Franco atravesaba los meses más difíciles de su tratamiento. Hoy se lo vio bailando con sus amigos y junto a la murga. Con la alegría de haber superado una de las batallas más difícil y la certeza de que, con amigos así, nunca estará sólo para enfrentar la adversidad que se presente.
Los amigos del Don Orione, siempre firmes.
Los compañeros de Kimberley dijeron presente.
La batalla
La batalla de Franco comenzó a fines de marzo cuando lo operaron de un quiste en el pie. El diagnóstico fue el menos esperado por la familia: se trataba de un rabdomiosarcoma maligno de crecimiento rápido. Poco después empezó el
primer ciclo de los nueve de quimioterapia que tuvo que afrontar.
El resultado de los últimos estudios determinó que Franco está sano. Deberá seguir en tratamiento, pero de manera preventiva.
“Para nosotros es un milagro. No se esperaba que a hasta altura del tratamiento iba a estar sano. Es algo milagroso”, contó emocionada su tía Vanesa.
Franco junto a parte de su familia.